Presentación de una serie de videos de teorías que he ido reflexionando a lo largo de mi vida que quizá puedan iluminar el camino de alguien, aunque no estén demostradas.
Empezamos con una pequeña reflexión sobre aquello que influye en una relación de pareja.
Es difícil definir de forma concreta el amor, ya que existen muchas interpretaciones de lo que éste significa.
En una relación sentimental de pareja influyen básicamente cuatro aspectos:
- La etapa en la que se encuentra la persona. Cada persona puede poner su prioridad o bien en socializar (estaría viviendo una etapa social, en la que le gustará relacionarse y conocer gente nueva), puede estar centrada en la pareja (etapa sentimental en la que centra sus esfuerzos en agradarla y trabajar la relación) o bien puede centrarse en sí mismo (etapa personal, dedicando su día a día en sus aficiones, su tiempo, su trabajo o cualquier otra actividad enfocada a su crecimiento personal). Si cada uno de los miembros de la pareja se encuentra enfocado en una etapa distinta, es muy posible que surjan roces y a la pareja le cueste crecer.
- El tipo de energía. Cada individuo posee un tipo de energía (para saber más sobre esto, te recomiendo leer mi artículo al respecto). Normalmente nos sentimos atraídos por una energía complementaria a la nuestra, sin embargo, esto puede dar lugar a depender demasiado de la otra persona, por lo que lo más saludable sería enamorarnos de alguien similar a nosotros mismos porque denotaría que ambos individuos han llegado a saber amarse así mismos y daría pie a que la pareja creciera junta hacia una misma dirección.
- La complementariedad hormonal. De manera instintiva, los humanos nos sentimos atraídos por determinadas personas y sentimos indiferencia o rechazo hacia otras. Esto viene dado por esa capacidad innata de saber qué persona es la más indicada para tener descendencia. Esto en las personas homosexuales podría referirse a la capacidad de convivencia a largo plazo. Nuestro cuerpo utiliza determinadas variables, olores, aspecto, temperatura, presión,… que nos orientan hacia donde debemos o no dirigirnos si queremos entablar una relación fructuosa con una u otra persona. Si somos personas vulnerables o débiles, nos atraerán individuos protectores y fuertes (tan física como psíquicamente). Y viceversa.
- El amor en sí que se profesa hacia la otra persona. ¿Como podemos saber si amamos realmente a la otra persona? Podemos por ejemplo pensar en el momento en el que surge un conflicto. Si nuestra actitud es la de huir, alejarnos de la otra persona o desear que el otro sufra como lo estamos haciendo nosotros, el nivel de amor hacia la otra persona es bajo y la relación quizá será mejor terminarla. Si por el contrario, nuestra intención es de dialogar, intentar arreglarlo, escuchar al otro, desear entenderle y no querer que sufra, podemos tener claro que nuestro amor hacia esa persona existe y merece la pena luchar por él (siempre que el otro sienta lo mismo).
Amar es sentir admiración hacia las virtudes de una persona y ternura hacia sus defectos.
No pretendas cambiar a tu pareja, porque eso no va a ocurrir. El amor incluye amar tanto las luces como las sombras del otro. Si esto no ocurre, la relación no crecerá o terminará por romperse.