Es un término que yo utilizo para tratar al individuo de manera holística, ya que su ente íntegro engrana tres planos dentro de un mismo ser (cuerpo, mente y energía) y cada uno de ellos está relacionados y conectados entre sí.
La Esencia Biológica (EB) es aquello que define a cada uno de nosotros, que hace diferenciarnos del resto. Por lo tanto, deducimos que cada persona tendrá una esencia biológica diferente.
Uniendo esas tres perspectivas (cuerpo, mente y energía), obtenemos la llamada EB (Esencia Biológica) de la persona en cuestión.
Mucha gente sigue quizá un tipo de dieta (por ejemplo vegetariana, cetogénica o crudivegana) pensando que haciendo eso va a conseguir devolver la salud a su cuerpo o va a evitar que padezca determinadas enfermedades. Sin embargo, a la larga se dan cuenta de que siguen enfermando o incluso les aparecen otras dolencias nuevas.
La enfermedad hoy en día se ha convertido en casi un castigo divino, de manera que una persona cae enferma simplemente porque le ha tocado, y yo quisiera desmentir eso pues, por suerte o por desgracia, no funciona así.
La realidad es que uno es el responsable de su salud y su bienestar.
Esto puede resultar muy duro oírlo pero es así.
Si uno está siguiendo una dieta ajena a su esencia y llevando unos hábitos incorrectos, inexorablemente va a desencadenar una serie de enfermedades y dolencias en su organismo, las cuales le llevarán a una peor calidad de vida y a la muerte prematura.
Yo he conocido muchas personas que intentan hacer las cosas bien, que se esfuerzan e incluso se sacrifican por tratar alguna patología a través de la alimentación. Y no se dan cuenta de que la intención no lo es todo, y pueden estar caminando por la ruta equivocada, no obteniendo por tanto los resultados esperados.
Si este es tu caso, no te culpo, porque reconozco que hay muchísimo desconocimiento y mucha gente que se hacen llamar expertos intenta inculcarnos unos valores alimenticios universales que distan mucho de ser saludables, por lo menos no para todo el mundo. Te voy a desvelar un secreto:
No existe una única dieta perfecta, sino que cada uno debe encontrar la suya.
Pero para ello es necesario conocerse a uno mismo de manera profunda, ya que si no sabes quién eres cómo esperas saber a dónde quieres llegar.
Este es el motivo por el que yo te animo a conocerte, a saber qué hay dentro de ti, cómo funciona tu cuerpo, cómo funciona tu mente.
Si no haces esto y te limitas a dejarte influir por lo que le va bien a uno u otro, te va a crear a una confusión cada vez mayor, así como a una desnutrición paulatina.
Incluso aunque tengas sobrepeso, estarás desnutrido, porque al no estar aportando a tu cuerpo aquellos alimentos que requiere, no estarás asimilando sus nutrientes.
Tienes que fomentar un poco tu pensamiento crítico a la hora de elegir tu dieta idónea, ya que es posible caer en el error de creer que estás comiendo bien y no ser así, al no estar consumiendo los alimentos adecuados para ti.
Hay que taparse los oídos y dejar de intentar seguir la dieta de otros, porque tú tienes la tuya propia y es la que tienes que encontrar.
Hay muchas dietas que efectivamente funcionan, yo no digo que no, pero para unas personas determinadas, si esas mismas dietas se las intercambiamos a personas diferentes, fracasarían porque no están adaptadas a ellas.
El problema no es la dieta en sí, sino que no está adaptada a ti.
Tú eres único, cada individuo es diferente.
Existe gente que llevando una dieta supuestamente equilibrada comiendo un poco de todo (carne, pescado, lácteos, huevos, verduras y cereales), aún así tienen problemas de todo tipo (o circulatorios o gastrointestinales o alergias o diabetes o bien colesterol y un sin fin de patologías).
Y también he tenido casos de veganos (vegetarianos estrictos) que tienen colesterol alto, o anemia, o diabetes, o problemas circulatorios,… Lo mismo, en un caso y en otro.
El problema de estas personas es que o bien por ética, o bien por inercia, siguen un tipo de alimentación sin ningún tipo de revisión, y caen en deficiencias, alteraciones del metabolismo, debilidad, y un sin fin de patologías derivadas de no seguir una dieta adaptada a su propia persona. Lo hacen un poco de oídas o de lo que a gente les dice, o de lo que ellos creen que está bien.
Si lo que quieres es ganar en calidad de vida, lo primero es dejar de seguir influencias externas y centrarte en ti mismo.
Eres tú el que tiene que empezar a tomar las riendas de tu vida, debes tomar responsabilidad de tu propia salud, porque tú eres el único que posee esa capacidad.
Así es. Tú tienes la capacidad, es innata en ti, el poder lo tienes tú, no lo tiene nadie.
No es un suplemento, no es una medicina, no es un alimento en concreto, no, nada es mágico.
Si acaso el que es mágico eres tú.
Pero ese poder que tienes no puedes explotarlo si no le ofreces a tu cuerpo lo que necesita y te limitas a darle lo que no necesita.
Por eso es tan importante conocer cuál es tu poder, la esencia que te va a llevar a la verdadera salud.